Un vehículo se lanza al centro de las Ramblas, atestadas como siempre de paseantes, y se lleva por delante a todos los que se cruza durante medio quilómetro. Únicamente paseaban, y se encontraron de frente con el odio. Muertos, heridos, pánico; tristeza, miedo e indignación para quienes sabemos de ello, acongojados, frente a la televisión. Una herida brutal para las víctimas, una brecha en el alma de la convivencia, una cruel demolición del cielo.
Unidos siempre
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