Desde el éxito de Gardner y Goleman, está de moda hablar de inteligencias múltiples. Se ha acogido con entusiasmo la superación de la visión tradicional de un único factor de inteligencia, de tipo cognitivo-verbal, para sustituirla por un repertorio de diversas «inteligencias», no necesariamente interconectadas, cada una de las cuales capacitaría para un campo del desenvolvimiento vital. Tendríamos, así, una inteligencia verbal, la capacidad lógico-matemática, la espacial, la musical, la corporal cinestésica, la intrapersonal, la interpersonal y la naturalista. La enseñanza, critica esta perspectiva, habría tendido hasta ahora a valorar y fomentar, especialmente, las dos primeras, descuidando e incluso menospreciando las otras. La idea de las inteligencias múltiples sintoniza muy bien con nuestra sociedad líquida, marcada por la dispersión y el relativismo, el cuestionamiento de cualquier jerarquía y la equidad radical en el espectro de los valores. La teoría de Gardner desprende un a...
Apuntes filosóficos al vuelo de la vida