Ya se sabe que, en ese patio de Monipodio que es la charlatanería de muchos opinadores, uno puede encontrar todo tipo de perlas, y por eso hay que leer con buen estómago y espíritu muy paciente y generoso. Pero con los tiempos de espanto que nos está tocando vivir como consecuencia de la plaga del coronavirus , uno no está con ánimo para soportar según qué sandeces. Un joven de poco seso califica lo que nos pasa de mero confinamiento Netflix (se sentirá muy ingenioso por la ocurrencia), y lo desprecia afirmando que nuestros padres y abuelos sí que las pasaron canutas en guerras y necesidad. O sea, según entiendo, que no nos quejemos, que lo nuestro, comparado con otros, es apenas una leve incomodidad. Parece que, para tal especialista en sufrimientos, que se arroga el derecho a juzgar el dolor de la gente, este se divide en dos únicas modalidades: el sufrimiento de verdad y el sufrimiento de pacotilla. Y nuestra crisis no pasaría del segundo, así que no solo no tenemos derecho a q...
Apuntes filosóficos al vuelo de la vida