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Mostrando entradas de mayo, 2017

Salud y felicidad

“Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor”, glosaba una canción popular en mi infancia. Y la vida, a medida que avanza, nos enseña cuánta razón tenía. Yo de mozo no la entendía; si acaso podía parecerme razonable que se buscara amor; un amor de aquellos con los que soñamos en la adolescencia: a la vez exuberante y cálido, hecho de suaves caricias y de besos apasionados. El dinero, en cambio, siempre me pareció más bien mezquino: necesario, incluso deseable, pero no como objetivo, sino como complemento. En cuanto a la salud, me desconcertaba que se le diera tanta importancia. ¿Para qué quería algo que le sobraba a mi cuerpo nuevo y rebosante? Hoy lo que me desconcierta es leer que algunos científicos opinan lo contrario que la canción: la salud está sobrevalorada. Nadie se siente más feliz por estar sano, y hay muchos cuerpos rozagantes que se sumen en la depresión o se despeñan en la angustia. Esto me ha hecho pensar, primero porque es innegable, y segundo porque entra en con...

Hablar claro

“Pide lo que quieras, pero no lo exijas”, sugiere un conocido libro de autoayuda como principio para una buena comunicación. Parece razonable. ¿Por qué nos cuestan tanto comunicarnos, y aun más pedir? ¿Por qué es tan difícil hablar claro, expresar lo que sentimos y pensamos abiertamente? ¿Y por qué, cuando por fin nos animamos a exponer nuestros deseos, nos frustra tanto el hecho natural de que muchas veces el mundo no esté dispuesto a respondernos? ¿Será que, como en tantas otras cosas, la lógica y la vida tienen poco que ver? No cabe duda de que hablando claro nos ahorraríamos muchas de las confusiones que hacen tan endiabladamente enrevesada la convivencia. Para quien pide o expone, hacerlo es una liberación; para quien es requerido, conocer lo que el otro espera de él es saber a qué atenerse. Al compartir nuestra opinión invitamos al otro a esa ceremonia de transparencia que es recibir a cambio la suya. Así, supuestamente, estaríamos recorriendo el camino más corto entre el dese...

Simpatías y antipatías

Aceptar que hay gente a la que no le caigo bien, a la que nunca caeré bien por más que haga por conseguirlo, ha sido una de las lecciones más difíciles para mi ego. “Yo sé que hay gente que me quiere, yo sé que hay gente que no me quiere”, canta Silvio Rodríguez con lúcida melancolía, y esa es una divisa que tengo que repetirme a veces para recordarme que jamás conseguiré que me quiera todo el mundo. Digo que no me fue fácil, y que a estas alturas, a veces, sigue sin serlo. De algún modo un tanto mítico, uno desearía ser querido por todos. Es uno de esos sedimentos de la infancia que nos acompañan toda la vida, como el eco de una aspiración profunda e imposible. Porque si algo enseña la vida es cuánta gente con la que nos cruzamos no nos da precisamente la bienvenida, con cuántas personas los encuentros son tropiezos o incluso verdaderas colisiones; a cambio, la vida también nos enseña a encajarlos cada vez con mayor naturalidad, a aceptarlos sin demasiado conflicto interno; en defin...

El mejor de Star Wars

En los paseos por los campos que rodean mi pueblo, suelo cruzarme a mucha gente. La ruta discurre plácidamente entre olivares y almendros, y sus repechos son llevaderos incluso para los que no vamos sobrados de forma física. Es un camino tan transitado que popularmente se le conoce como “la ruta del colesterol”. Saludo a un grupo de parejas (ya maduritas) que caminan con sus hijos, y escucho a un niño de unos seis o siete años, que le pregunta a su padre: —Papá, ¿quién es el mejor de Star Wars? El padre reflexiona unos instantes y le contesta: —Las mejores son las señoras de la limpieza. —¿Salen señoras de la limpieza? —replica el niño, desconcertado. Ya se han alejado un poco, pero distingo las palabras del padre. —No, ellas no salen. Pero cuando acaban las batallas y todos los actores se van a su casa, las señoras de la limpieza son las que ponen orden en el estropicio que han dejado. Continúo mi camino, admirado. Eso es filosofía. Eso es educación. Nuestro mundo i...